Joaquín Moltó se nos marchó al cielo
Málaga, 25 de agosto de 2016
NECROLÓGICA
Joaquín Moltó se nos marchó al cielo
Mis queridos amigos y pacientes lectores: encontrándome en mi casa (que es la vuestra) reponiéndome de mis pasadas indisposiciones físicas, al abrir las páginas de nuestro periódico SUR de fecha del pasado 1 de agosto, me quedo sorprendido al encontrar dos esquelas denunciando el fallecimiento de mi querido amigo epigrafiado anteriormente. Recuerdo que hace un par de días mantuve con él una de nuestras habituales y extensas conversaciones. Me apresuré a ponerme en contacto telefónico con Trini, la que fue su esposa, quien me comentó que cuando esperaban su presencia para desayunar, fueron a llamarle encontrándole aún en el dormitorio y fallecido. Mis queridos amigos: no hay cosa más difícil cuando recibimos tan terrible noticia y sobre un entrañable amigo, que plasmar en unas líneas el recuerdo de su figura. Era Joaquín un modelo a seguir en su manera de ser, en su formación, en su saber estar y en conversaciones que en todas nuestras reuniones y encuentros realizábamos y que, a todos y a quien estas humildes líneas escribe, iba señalando el camino a seguir en nuestro vivir de cada día.
El pasado martes día 9 y en la parroquia los Santos Mártires se celebró una misa de gloria. Resultó muy difícil ubicar a tantos centenares de personas. Fue de admirar el recogimiento de todos los asistentes. Trini, su ejemplar y maravillosa esposa, con sus hijos, nietos, nuestro alcalde Paco de la Torre y otras autoridades situadas en la primera bancada presidían la ceremonia. Al encontrarse quien esto escribe en el tercer banco pude observar a su nietecilla Ángela, que descansando su cabeza sobre su madre, no dejó durante toda la misa de bañar su cara con un reguero de lágrimas. No puedo dejar de recordar a ese montón de entrañables amigos que con el mayor fervor seguimos la celebración. López Agulló con su admirable esposa, Pepe Sánchez Rosso con su hijo Ángel, Javier Pineda, Manolo Garrido; Carmen, la viuda de nuestro inolvidable Pepe Atencia, 'Chiquito de la Calzá' y muchos más que no es posible recordar. También estaba nuestra querida Lina, que pasaba a saludar en nuestra mesa del Chinitas a Joaquín en las reuniones de la tarde. Ella venía como siempre de su visita diaria al Santísimo donde pide por España y por todos.
Mis queridos amigos: Joaquín Moltó es verdad que ha muerto físicamente, pero seguirá viviendo entre nosotros. Ahora se encuentra en un Cielo infinito en compañía del Señor y de la Virgen y rodeado de mártires y santos formando el coro en el Cielo de nuestra Santa Iglesia. Con profunda emoción doy por seguro que al ocupar Joaquín un puesto en el cielo no es preciso ya el rezar por él. Creo en conciencia que al recordarle le pidamos que sea él quien nos recuerde a todos, que sea él quien suplique al Señor su ayuda para España y para todos.