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PEDRO ARANDA

Málaga, 2 de julio de 2017


PEDRO ARANDA


Ha fallecido don Pedro (Utrera, 1950). Así con ese vocablo y sin apellidos es como me lo presentaron cuando llegué a Málaga procedente de la capital. Al principio, el trato de don no me cuadraba bien, me costaba entender que un joven médico de solo 28 años tuviera ese tratamiento de respeto o distinción. Con el tiempo pude comprobar que no era tan extraño sino que le correspondía por sus muchos méritos.

El Dr. Pedro Aranda se ha dedicado a la medicina durante más de cuarenta años y se jubiló como Jefe de Sección de Nefrología en el Hospital Regional Universitario, nuestro Carlos Haya.

Son numerosos los méritos profesionales que le han distinguido durante estas cuatro décadas, en las que ha logrado ser un referente en el conocimiento de la hipertensión arterial y valoración del riesgo vascular, con un curriculum vitae espectacular que incluye numerosos libros, publicaciones científicas en prestigiosas revistas médicas y documentos de consenso para el tratamiento de la hipertensión. También, ha sido pionero en la realización de estudios epidemiológicos de la hipertensión arterial y prevalencia de factores de riesgo vasculares, como los estudios Gibralfaro y Al Andalus. Su empeño era detectar a todos los hipertensos en la población todavía no diagnosticados de hipertensión para que recibieran el tratamiento apropiado. Todos estos logros profesionales le llevaron a ser Presidente de la Sociedad Española de Hipertensión Arterial y Presidente de Honor de la Sociedad Andaluza de Hipertensión Arterial fundada por él.

Entre los recientes recuerdos que tengo de él, me viene a la memoria cuando le acompañé a recoger el diploma con el que la Sociedad Europea de Hipertensión acreditó a la Unidad de Hipertensión de Carlos Haya en reconocimiento por la labor asistencial, investigadora y docente, siendo el primer centro andaluz que recibía esa distinción. Sus compañeros de Carlos Haya también recordaremos su bonhomía, sus chistes y bromas con las que nos sorprendía una y otra vez.

Y paradojas de la vida, ha muerto por un problema de salud contra el que ha estado combatiendo toda su vida profesional. Es como el bombero al que le atrapa un incendio, el policía al que disparan o el héroe que pierde su vida protegiendo a otros.

La muerte del Dr. Aranda deja además de su familia muchos más huérfanos. Son todos sus amigos, colegas y pacientes quienes teníamos en él un referente científico y humano y que hemos tenido el gran honor de conocer y tratar.

Descansa en Paz, don Pedro.