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Cómo el 'pecaminoso' aire acondicionado disparó las migraciones y cambió el mundo

Singapur y Shanghái no serían lo que son sin el invento

Cómo el 'pecaminoso' aire acondicionado disparó las migraciones y cambió el mundo

El iglú del mañana El gran debut del aire acondicionado fue en la Feria Mundial de 1939 en «el iglú del mañana» de Carrier. Unos 65.000 visitantes experimentarían ese frescor por primera vez.

Fue el invento de un joven ingeniero a principios del siglo XX y, cuando se extendió su uso, incrementó la productividad y disparó las migraciones. Pero no fue fácil convertirlo en un aparato cotidiano... Te lo contamos.

Viernes, 11 de Julio 2025, 13:24h

Tiempo de lectura: 2 min

No se inventó para combatir el calor, sino la humedad. En 1902, los trabajadores de la imprenta Sackett & Wilhelms, en Nueva York, se desesperaban porque el aire bochornoso del verano arrugaba el papel y echaba a perder sus impresiones. El reto de controlar la humedad le cayó a un joven ingeniero llamado Willis Carrier. Lo logró con un sistema que hacía circular el aire en bobinas que se enfriaban con amoniaco. Carrier pensó que aquel aparato tenía más potencial y diseñó la primera unidad de aire acondicionado que se fabricaría en serie.

Aquel invento no solo enfrió las imprentas; impulsó la productividad y la migración en todo el planeta. En Estados Unidos hizo más habitables las ciudades del sur, lo que alteró incluso la política, al permitir que los jubilados conservadores del norte se instalasen en el sur, estados que cambiaron su demografía y su voto. Hay analistas que afirman que fue el aire acondicionado lo que dio la victoria a Ronald Reagan. Pero sobre todo megaurbes  como Singapur y Shanghái, miserables si están sometidas al calor y la humedad, no existirían sin el aire acondicionado.

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Hoy como ayer. Los aparatos llegaron a los hogares en los años cuarenta, con un diseño no muy distinto al actual.  

Antes de Carrier ya se usaban el hielo y la nieve para enfriar espacios. En el siglo XVII, el inventor Cornelius Drebbel utilizó nieve que había almacenado bajo tierra para «convertir el verano en invierno». Logró el efecto mezclando la nieve con sal y nitrato de potasio.

Que una máquina pudiese controlar el clima era considerado un pecado por los líderes religiosos

El hielo se usaría dos siglos después para enfriar la habitación en la que agonizaba el presidente James A. Garfield, al que dispararon el 2 de julio de 1881. El astrónomo Simon Newcomb montó un ventilador, movido por un motor, que soplaba sobre un cubo gigante de hielo y bajaba unos grados la temperatura.

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'La máquina'. Willis Carrier posa con su aparato de aire acondicionado, que desarrolló con solo 25 años. Carrier Corporation sigue siendo hoy uno de los mayores fabricantes de aire del mundo.

Poco antes, en 1851, un médico de Florida, John Gorrie, hizo algo similar para aliviar las fiebres de los pacientes con malaria y registró la patente de la primera 'máquina de hielo'. Pero entonces enfriar el aire se consideraba un pecado. Hacer fuego para calentarse en invierno estaba bien, pero para los líderes religiosos que una máquina pudiera controlar el clima era pecaminoso. Incluso a principios del siglo XX el Congreso estadounidense se resistiría a usar aire acondicionado por miedo a la reacción de los votantes.

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Aires personalizados. El aire acondicionado no ha experimentado grandes cambios en su diseño ni su eficiencia, pero hay intentos de personalizarlo. Es el caso de los 'collares' de aire, que se colocan alrededor del cuello y suministran aire refrigerado por agua, y «del primer enfriador de aire personal del mundo», según la empresa Evapolar ha presentado su pequeño cubo microclima. Posee un depósito de agua y un ventilador que crea una brisa. Promueve la idea de enfriar un espacio de trabajo o de descanso de una sola persona y evitar, por lo tanto, el desperdicio de energía.

Después de Carrier, la nueva tecnología se extendió y llegó a los hogares. En 1932 se comercializó un aparato que se apoyaba en el alféizar de la ventana, similar a los de hoy en día, y lo cierto es que poco se ha innovado desde entonces.